Centro de Interpretación de la Puerta de Almería
Una puerta milenaria para el turismo
desarrollo del turismo cultural en Almeria
Cuando los almerienses hablamos en la calle sobre nuestra ciudad nos autocompadecemos por la falta de recursos culturales y turísticos que ofrecemos, quizás el desconocimiento nos despista y nos hace poner la atención en lo que no es patrimonio, o aquello que se debería haber echo y no se hace, o se hace mal, o ya se hará.
Sin embargo en esta ciudad debemos fijarnos hasta descubrir la gran riqueza patrimonial y cultural que nos rodea, quizás leer mas articulos de nuestro amigo Antonio Sevillano que desde su azotea escuadriña el horizonte buscando reliquias que solo el parece observar, y al cual tan poca importancia dan los que deben.
Lo poco o mucho que nos queda en Almería a menudo está ahí sola e invisible, pasamos por delante sin mirar, son partes de un cuadro de Dalí en el que no apreciamos los juegos de un artista que trata de obligarnos a descubrir los significados.
Sin embargo tan pronto como nos documentamos y aprendemos a mirar con los ojos de la historia nos damos cuenta que Almería cuenta con un gran patrimonio escondido en cada rincón esperando a ser descubierto. Por este motivo la puesta en valor del patrimonio histórico de una ciudad debe de iluminar con un foco de luz potente cualquier resquicio de ser admirado, contemplado, entendido, discutido y disfrutado por todos, almerienses y turistas, trabajadores y estudiantes, ilustrados y escépticos, incluso oportunistas que en estos testigos de historia quieran sacar tajo con una tienda de souvenirs o un punto de bebidas frescas.
Lo que sabemos es que en una ciudad cuanto mas puntos para pararse ofrezca, mas posibilidades tiene el que pasa para quedarse mas tiempo y gastarse los cuartos antes, durante y post a la visita. A este concepto le podemos denominar desarrollo turístico cultural de una ciudad.
Centro de INTERPRETACIÓN puerta de Almeria
Por este motivo creo que deberían haberse tirado cohetes al cielo y una fiesta pública, tras la apertura de uno de los centros de interpretación de Almería mas coquetos e interesantes de su historia. Lo pequeño es diez veces mas bueno si está bien envasado, y esto le ocurre al fantástico Centro de interpretación de la Puerta de Almería.
El mayor ejemplo de una luz bien colocada para la admiración de un pasado bien conservado, bien entendido y bien recuperado desde que nuestra actual directora de la Alcazaba Angela Suarez diera con los restos hace ya muchos años.
Teniendo en cuenta que el turismo de Almería no se encuentra en el momento mas boyante, yo diría que en crisis campeadora hacia los confines, se hace mas necesario que nunca, una promoción de este gran atractivo turístico y cultural de la ciudad.
El centro de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía no ha escatimado en capacidad creativa y técnica para darnos una visión de la historia milenaria de Almería, nos sorprende con sus idealizaciones de la ciudad árabe, de su puerta del Mar, y por su puesto nos refuerza como pueblo e identidad al comprobar como nuestros viejos familiares de hace dos mil años se establecieron en nuestro parque Nicolás Salmerón para montar una despensa de pescado para vivir donde ellos querían estar en el Porto Magnus, en la fabulosa Almería.
A todo esto felicito a los vecinos, ejemplo de paciencia y saber estar, ahora resulta que lo que tanto parece incordiar, las prospecciones arqueológicas la paralización de las obras y todo el barullo burocrático que se origina con estas cosas, se convierte en el mayor activo y riqueza del vecindario. Cojamos nota como un edificio puede recibir un boleto de lotería al portador, porque desde luego los que viven encima, tienen el privilegio de contar que habitan sobre los restos romanos mejor conservados de la ciudad, y todo hay que decirlo, si algún día se van, dejarán en la escritura de compraventa el precio de la vivienda junto al de las obritas que sus vecinos de hace dos mil años empezaron bajo sus pies.
Me quede sentado allí contemplando la muralla Califal preguntándome, cuantas cosas podríamos haber salvado en esta ciudad y haberlas convertido en esto, cuanta cultura hemos dejado de admirar, cuantos pequeñas paradas hemos destrozado para el que quiere quedarse en Almería muchos días como turistas, cuanto dinero hemos dejado de percibir por todo esto. Pero estoy contento, porque aún quedan tesoros bajo nuestros piés por descubrir, espero que a la Junta le queden ganas y dinero para repetir la hazaña.
El mayor ejemplo de una luz bien colocada para la admiración de un pasado bien conservado, bien entendido y bien recuperado desde que nuestra actual directora de la Alcazaba Angela Suarez diera con los restos hace ya muchos años.
Teniendo en cuenta que el turismo de Almería no se encuentra en el momento mas boyante, yo diría que en crisis campeadora hacia los confines, se hace mas necesario que nunca, una promoción de este gran atractivo turístico y cultural de la ciudad.
El centro de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía no ha escatimado en capacidad creativa y técnica para darnos una visión de la historia milenaria de Almería, nos sorprende con sus idealizaciones de la ciudad árabe, de su puerta del Mar, y por su puesto nos refuerza como pueblo e identidad al comprobar como nuestros viejos familiares de hace dos mil años se establecieron en nuestro parque Nicolás Salmerón para montar una despensa de pescado para vivir donde ellos querían estar en el Porto Magnus, en la fabulosa Almería.
A todo esto felicito a los vecinos, ejemplo de paciencia y saber estar, ahora resulta que lo que tanto parece incordiar, las prospecciones arqueológicas la paralización de las obras y todo el barullo burocrático que se origina con estas cosas, se convierte en el mayor activo y riqueza del vecindario. Cojamos nota como un edificio puede recibir un boleto de lotería al portador, porque desde luego los que viven encima, tienen el privilegio de contar que habitan sobre los restos romanos mejor conservados de la ciudad, y todo hay que decirlo, si algún día se van, dejarán en la escritura de compraventa el precio de la vivienda junto al de las obritas que sus vecinos de hace dos mil años empezaron bajo sus pies.
Me quede sentado allí contemplando la muralla Califal preguntándome, cuantas cosas podríamos haber salvado en esta ciudad y haberlas convertido en esto, cuanta cultura hemos dejado de admirar, cuantos pequeñas paradas hemos destrozado para el que quiere quedarse en Almería muchos días como turistas, cuanto dinero hemos dejado de percibir por todo esto. Pero estoy contento, porque aún quedan tesoros bajo nuestros piés por descubrir, espero que a la Junta le queden ganas y dinero para repetir la hazaña.